Me expulsaste del paraíso que eran tus abrazos,
me negaste el fruto de tus labios,
fue un error tan grande el no haber sabido
como pedirte perdón por todo el daño
que en aquél día te hice y no poder
decirte ahora cuánto te extraño,
cuánto amo tus caricias y
que tanto las necesito...
Cuánto extraño tus besos cariñosos,
que todas las noches te abrazases a mi
y me susurrases al oído te amo mi niño,
sentir como te aferrabas a mi
y como no te separabas nunca...
Ahora en el destierro de mi soledad
muero, muero por tu amor
y moriré toda la eternidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario