Entre tus labios me perdí
mas como me perdí no supe,
aunque no deseaba camino de vuelta
puesto que entre la humedad
de tus labios y también
la belleza de tus aljófares
encontré mi refugio;
surcaba océanos donde tus ojos,
agua cristalina en atardecer,
eran el paraíso perdido
que yo había encontrado,
y la templanza de tu cuerpo
vestido con la mejor seda,
tu piel, rozaba contra el mío
y desencadenaba el frenesí
que ardiendo nos tenía,
y poseyéndote, mi dama,
tus ondulados cabellos
caían en cascada sobre mi rostro
entretanto que tus puertas del aliento
posaron tiernas en mis labios...
y con un tenue suspiro... morimos.
Suave, cálida...me gusta!!!.
ResponderEliminarfdo: un seguidor de tu trabajo.