Salen de quirófano tras unas cuantas ahoras y ahí me veo, postrado en esa cama, tan inerte, tan indefenso, tan horrible, y aún así, continúo con vida.
Recuerdo a las enfermeras entrando y saliendo continuamente de mi habitación, las caras de mis visitas, mas yo sigo quedándome con ella... Mi nimue vino a verme también, volvimos a besarnos y a abrazarnos, y tras de eso tuvimos una breve conversación.
- No sabes cuanto te he extrañado mi niño.
- Sabes que sin ti nada volvió a ser lo mismo.
- Lo sé, desde aquel día.... pero ahora estoy aquí por otra cosa.
- ¿Qué es?
- Aún no te ha llegado el momento, aún tienes un trabajo pendiente por hacer, además en unos años ella comprenderá.
- ¡Vaya!, ¡qué sorpresa que todavía no es mi momento!
- Tan sarcástico como siempre muñeco.
- Bien sabes que si amor. Comprenderá... No estoy yo tan seguro, sé lo que es y no creo...
- Shhhh (dijo poniendo su dedo en mis labios y besándome después) deja que el tiempo pase y verás como transcurren las cosas, no es simple coincidencia que tengáis tanto en común, pero ya no puedo desvelarte más, el resto has de verlo por ti mismo, aunque ya algo sospechas, conociéndote como te conozco.
- Tiempo... algo que no tengo demasiado, ya lo sabes mi vida, a cada momento que pasa estoy mas débil y soy menos yo...
- Eso es normal. Tengo que marcharme peque, ya nos veremos de nuevo, él te manda saludos.
- Dale un abrazo de mi parte.
Nos besamos y otra vez esa descarga recorre mi cuerpo. Desaparece...
Me encanta álex....tu sensibilidad se ve a la legua.
ResponderEliminar