Tuve que permanecer varios días metido en el hospital, un recuerdo no grato; pero sé que fue por mí.
Al final me cansé y pedí el alta voluntaria pese a que todos me decían lo contrario... Todavía no recordaba todo, ya que por el golpe perdí parte de la memoria, aunque según el doctor solo sería temporalmente.
Tenía que cambiarme los vendajes, porque las heridas todavía no se habían curado. Me esperaba unos momentos realmente pésimos, con el cuerpo tal y como lo tenía...
En mi mente solo había una idea: verla, verla aunque solo fuese una única vez. Llegando a casa la llamé, me apetecia escuchar su voz, esa voz tan dulce, tan cautivadora, una voz que me tonificaba, que me alegra el día tan solo al escucharla.
- Hola enana, ¿cómo estás?
- Bieeen, ¿y tú?
- Aquí andamos.... Te extrañaba....
- Lo sé
- ¿Cómo es eso?
- Sabes que soy capaz de sentirte...
- Quería ir a verte... pero... lo siento, no pude llegar... si no fuese por....
- Shhh, no te preocupes no pasa nada...
Me quedo en silencio escuchando su respiración, mi corazón se acelera y surgen las ganas de decirle lo que siento por ella, mas quedo callado.
Hola, siento que esta parte sea tan mala, pero la verdad no me siento muy inspirado...
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